Tras un buen descanso del largo vuelo, por fin empezó nuestra verdadera experiencia en San Diego.
La primera misión: conseguir adaptadores de corriente para poder utilizar todos nuestros aparatos electrónicos (además de desayunar comida mexicana, es la ventaja de estar a unos dos kilómetros de la frontera).
Una vez con ellos, y a pesar de la oposición de los enchufes de la habitación, comenzamos a trabajar: programación, preparar la presentación para la competición... Queremos tenerlo todo listo para cuando llegue el pequeño "Isaac" a la ciudad.
Para terminar el día, dimos un paseito por los alrededores y, cómo no, cenamos un poquito más de comida de mexicana :)
Espero que este año tengáis mucha suerte y que podáis demostrar todo lo que habéis sido capaces de hacer ... ¡Suerte FuVe! :-)
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